Ser niñera: ¿una esclavitud moderna?

Desde hace algunos años muchas chicas y mujeres eligen a trabajar como niñeras en países extranjeros por razones diferentes. Algunos lo consideran un puesto humillante, algunos lo ven como una posibilidad para ver el mundo. ¿Quién tiene razón?

La Cadena BBC Mundo ha hecho un sondeo en el que se ha preguntado a dos mujeres que están trabajando como canguros el los Estados Unidos sobre sus experiencias.

Una de ellas es Rossi Escalante, una peruana, que lleva seis años en los Estados Unidos. Ella trabaja a tiempo completo como niñera de un niño que se llama William. Él tiene dos años y ya se sabe varias canciones en español. La otra mujer se llama Carmen Castillo, una dominicana que llegó a los Estados Unidos en 1970. Ella tiene bajo su responsabilidad a una niña de tres años que se llama Briana. Ambas niñeras son hispanoablantes y enseñanles su lengua materna.

El idioma español es una de las ventajas que el padre de la niña también menciona: “Yo camino por las calles de Nueva York y escucho cinco, seis y hasta 10 idiomas distintos cada día, el español es el más frecuente. A mí me gusta el hecho de que ella esté expuesta a otra cultura.Yo estudié español en la secundaria pero no lo puedo hablar. Cuando crezca yo quiero que ella viaje, me gustaría que vaya a ver otras cosas, son tantos los países que hablan ese idioma.”

Por una parte, estas niñeras les hacen conocer su cultura y sus tradiciones en formas de juego. Los niños así pueden acostumbrarse a vivir en un país multicultural y con conocer costumbres latinas tendrán una mentalidad más abierta.

Desde el punto de vista de las mujeres ser una niñera es un trabajo ideal, ya que frente a otros trabajos, las familias no exigen ni experiencia ni profesión y tampoco que tengan permiso de residencia o estatus migratorio. Además estas mujeres ya tienen la experiencia de cuidar a bebés ya que han criado a los suyos.

Aparte de una lengua nueva y de las costumbres diferentes, las niñeras ‘funcionan’ como madre suplementaria. Creo que es una ventaja – si la mujer quiere al bebé – pero a largo plazo eso puede inducir envidia y conflictos con la madre real.

Asimismo la paga es un elemento importante. Según yo, la renumeración refleja cuánto aprecian a la persona y su trabajo. Pero a decir verdad, ser una canguro es uno de los puestos peor pagados, así funciona el mercado laboral. Siempre habrán personas que necesitan este tipo de trabajo, y siempre habrán personas que aceptarán este puesto por menos dinero; especialmente inmigrantes ilegales..

No hay que dejar de pensar en el papel de los padres tampoco. Hoy en día todo el mundo trabaja lo más posible para mantener su familia y hacer posible la vida mejor para los miembros. Pero para cumplirlo, lamentablemente los padres tienen menos tiempo para sus hijos. Por supuesto elegir una niñera no es fácil porque ¿cómo se puede elegir a la más confiable persona para cuidar al hijo y asegurarse que ella va a tratarlo con cariño? Lamentablemente se puede escuchar en las noticias sobre accidentes o que los canguros han pegado a los niños y eso es horrible. Por eso los padres tienen que ser muy acordados.

¿Y qué hay con bebés? Además de los padres y las niñeras, hay que tener en cuenta que lo más importante es el bebé. Los niños tienen que acostumbrarse a una persona desconocida, tienen que pasar todo el tiempo con ella, y aún más dependen totalmente de ella. Creo que estos niños van a estar herdidos emocionalmente por que no van a pasar tiempo juntos con sus padres. Por otra parte, la niñera no va a estar con la familia para siempre, por eso decir adiós puede ser también doloroso por todos.

Por otra parte, el caso de las canguros en Europa, o por mejor decir en Hungría, es un poco diferente. La tendencia es que jóvenes – chicas de 18-22 años – vean este tipo de trabajo como un modo de dejar sus países para encontrar trabajo en un país extranjero cuyo lengua les gustarían a aprender. Cada vez más chicas van a Inglaterra por ejemplo para ser canguro y además de ganar un poco de dinero pueden practicar también la lengua.

Personalmente, yo también tengo experiencias como canguro. Cuando era joven, es decir después de la escuela secundaria, lamentablemente no había ninguna otra posibilidad pero buscar trabajo en un país desconocido. Como mi mejor amiga trabajaba en Suiza, pudo ofrecerme un puesto donde no necesitaba ninguna experiencia. Por supuesto mis padres estaban preocupados – su hija ‘pequeña’ querría trabajar en Suiza! Pero accedieron. Ahora, con una mirada retrospectiva, creo que fue una decisión muy valiente: sólo hablaba inglés y ruso, nunca había pasado más de un día con niños, y en casa sólo limpiaba mi dormitorio. En resumen yo no fui la elección perfecta, pero la familia había necesitado a alguien para cuidar a su hija de 5 años y también hacer las tareas domésticas. Las primeras dos semanas fueron muy difíciles pero hice frente a mi cometido.

Nos podemos preguntar: ¿Qué beneficios teníamos? La familia aunque me trataba como una esclava – sólo podía comer con la niña, nunca con los padres o sus amigos, y tenía que limpiar la casa de dos pisos cada día. – estoy segura que valió la pena. ¿Y por qué? La familia estaba contenta conmigo y yo tenía una relación buena con la niña. Me volví más independiente, no necesité ayuda para hacer cosas administrativas o domesticas e incluso aprendí alemán. ¿Fue un trabajo humillante? A veces... ¿Aprendí a cuidar y tratar a un bebé? ¡Sí! ¿Gané dinero? Sí, más que en Hungría sin cualificación. ¿Valió la pena? ¡Sí! ¿Fue una esclavitud? No creo...

Ahora bien como madre, ¿emplearía una niñera? Nunca! ¿Por qué? La respuesta es muy simple: es mi responsibilidad de cuidar de mi hijo, y no me querría perder ni una risa ni un gorjeo de mi niño!

Toth Betti

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